De pronto, una hoja en blanco.
Un espejo en donde veo aquello que no escribo.
¿Qué puedo hacer con el silencio?
Llenarlo con sonidos que engendren tres palabras
que juzguen conveniente husmear entre los huecos.
Existen.
Las cosas existen antes de ser vistas,
antes siquiera de nombrarlas.
¿Qué es pues aquello que se esconde,
que no quiere ser visto,
expuesto,
ante los ojos de quien lee?
Leer es devorar. Es ingerir palabras
con los ojos,
eructar aquello que se escapa
en el discurso de la noche,
tibieza que invita, enciende, limita
e incendia.
Indecencia
que se toma de un solo golpe.
¿Qué se puede hacer con el silencio
sino llenarlo con aquello que no se tiene ?
Lo triste, lo perverso
lo bello y lo escabroso...
...o aquello que uno piensa que se tiene.
miércoles, 2 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario