miércoles, 11 de junio de 2008

Consumo


Cuando sonaron las cinco de la tarde de aquél día, se despidió de sus entrañables compañeros de trabajo, tomó sus cosas ya guardadas en una caja de cartón y salió de la oficina con dirección a su casa. Llegó y se sentó en su amplio sofá de cuero, miró a su alrededor y vio todo como lo había soñado alguna vez a sus 22 o 23 años. La casa de sus sueños era ahora una realidad. Sin embargo, miró sus manos y encontró las marcas inevitables de las arrugas, su cuerpo, que otrora fuera objeto de obsesiones y bajos deseos, ahora era un aparato impertinente y de mal aspecto. Al tocarse la cara descubrió que el tiempo había jugado rudo y al ver el almanaque de la cocina se dio cuenta del precio de todo aquello. . . gotas de su sudor, horas y horas de su tiempo, su propia belleza y toda su juventud.
Ilustraciones de Remedios Varo Creación de las Aves (superior izquierdo) y Consumo de las Aves (inferior derecho)



lunes, 2 de junio de 2008

reencuentro


Lo supe ese día.

Había encontrado lo que perdí tiempo atrás,

¡una moneda con la cara del sueño!

Y supe de repente que ya no dormiría,

que viviría atrapado entre el hambre y la vigilia,

que vagaría borracho entre los bares de la suerte.


Así fue como encontré aquello

que ya no me pertenece

y lo cambié por un plato de spaghetti

un bolillo caliente y un vaso de agua fría.