miércoles, 26 de agosto de 2009

Vacío

En medio del olor contrastante entre carne frita y comida podrida buscó aquello que le hacía falta en esos hacinados locales, escuchando, a pesar del barullo, el sonido de sus zapatos al pegarse y despegarse de los pegajosos adoquines. Pasó de un local a otro, mirando atentamente los improvisados escaparates iluminados por un resquicio de sol que se colaba entre las láminas y lonas de colores. Buscó en medio de camisas, lentes de sol, tenis, camisetas, pantalones, discos, ropa interior, carteras, cinturones, sandalias y comida. Llegó al final de un pasillo y continuó por otro, siempre atento a los detalles en búsqueda de aquello. Al terminar su recorrido dio un profundo respiro, cerró los ojos y sintió un ligero cosquilleo en la nuca. . . finalmente lo había encontrado. Satisfecho, se fue caminando bajo el radiante sol canicular de aquella tarde de agosto.