lunes, 19 de noviembre de 2012

Quédate



Ácida carga del pasado
que con nuevas ternuras
quitas de mi pecho abobiado
mientras sincero cariño procuras.

Feroces y dulces palabras,
alcalina complicidad,
en esta aventura llamada causalidad
me llevo tu sentencia a cuestas.

Azul es tu mirada
retorcidos tus cabellos
tu mentalidad inexplorada,
y tu imaginación un rascacielos.

Emociones rojas y naranjas,
que como en una fotografía
se quedan inhertes mientras despojas
a la mente de razones, ¡vaya ironía!