domingo, 21 de abril de 2013

La ciudad en el balcón.



Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
que celadores somos de sus noches
que le hemos robado la primavera.

Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
de nuestras pláticas y risas a las cuatro de la mañana
sentados a un costado del Museo de Historia Mexicana.

Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
que robamos los destellos de las calles del Barrio Antiguo
mientras caminamos de noche de regreso a casa.

Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
que con pasión nos besamos
en algún rincón obscuro del Santa Lucía.

Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
del sabor a tequila de tu boca
y del cítrico olor de tu cuello.

Tenemos la ciudad en el balcón
y la ciudad no sabe
que en silencio nos hablamos en la embriaguez de la madrugada
y con los ojos nos acariciamos.

Tenemos la ciudad en el balcón
y pobre ciudad que no sabe
que le hemos robado sus noches
y que su bullicio mengua en nuestra cama.

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