viernes, 20 de marzo de 2009

Guerrero


¡Palpita tu corazón!
Pero tu existencia se limita
a un transparente caparazón
que rodea tu blanca cunita.

¡Palpita tu corazón!
Mientras tu cuerpo nos enseña,
que no importa la razón,
sino las extrañas señales de alivio.

¡Palpita tu corazón!
Mientras en tí pensamos
día y noche sin sosiego
do tu estás, nosotros vamos.

¡Palpita tu corazón!
Mientras las expectativas crecen,
una a una se revelan
y una que otra se desvanece.

Tu corazón ya no palpita
pero te marchas enseñandonos
que no importa el dolor de la carne
sino la fortaleza de espíritu.





No hay comentarios: